Un equipo del Worcester Polytechnic Institute han desarrollado una especie de código de barras invisible compuesto por nanopartículas que sobre el papel permitirían identificar y hacer un seguimiento de cualquier objeto sin que nadie sea consciente de ello.
técnica para identificar objetos de forma única
El proceso se realiza de forma íntegra en la fase de fabricación o composición del objeto a trazar, y sería indetectable a la vista. La identificación de la información que almacenan estos códigos se realizaría con un escáner capaz de leer el diferente punto de fusión de estas nanopartículas y que le otorgarían una huella única. Para conseguir una variedad adecuada de identificadores, las nanopartículas pueden combinarse sin problemas en busca de diferentes puntos de fusión.
Las primeras pruebas se están realizando con explosivos, medicinas, papel o incluso tinta, pero las posibilidades son muy amplias debido al tamaño ínfimo de las nanopartículas empleadas. En el caso de medicinas o alimentos, esas nanopartículas pueden ser orgánicas e incluso adecuadas para su ingesta.
Un elemento diferenciador de esta técnica respecto a otros desarrollos similares, principalmente basados en RFID, es la permanencia de esas nanopartículas incluso en condiciones como una explosión.
Las nanopartículas escogidas en este caso no reaccionarían en esa explosión gracias a que irían protegidas en cápsulas del tamaño de 200 nm, por lo que los desarrolladores afirman que incluso tras la detonación de una bomba, su técnica sería capaz de identificar el origen del explosivo.
Lo mismo se podría hacer con medicinas o dinero negro, apuntando por ahora la técnica a evitar delitos principalmente.