jueves, 29 de diciembre de 2011

videojuego para Wii del Chavo del 8

Tras las múltiples reacciones al articulo sobre el lanzamiento del videojuego para Wii del Chavo del 8, en particular por la afirmación de que es el primer video­juego mexicano para una consola, algunos desarrolladores contactaron a este reportero y negaron la información.
“La industria de los videojuegos tiene años en existencia en México por más pequeña o grande que parezca y se han desarrollado muchos más videojuegos desde hace años, por lo tanto, me parece un insulto dichas afirmaciones”, opinó Mike Olvera, CEO de Alebrije Estudios.
Por su parte, Jorge Morales, CEO de Larva Game Studios, explicó: “Antes de Kaxan ya hemos desarrollado juegos para distintas plataformas en México. Hemos participado en ocho juegos, dos de ellos desarrollos completos para Xbox360, PS3, Wii, iPhone y Facebook”.
Incluso Morales aseguró: “Actualmente desarrollamos uno nuevo con propiedad intelectual para Xbox360 y PS3. Además, hay empresas como Slang Studio, Gran Tiki Games y Xibalba que también tienen experiencia”.
Sin embargo, Ricardo Gómez Quiñones, CEO de Kaxan Media Group, aseguró que son la primer empresa en hacer un videojuego 100% mexicano.
“Hay muchas compañías que hacen videojuegos, principalmente para teléfonos móviles, existen algunas de animación o que colaboran con compañías extranjeras que producen materiales para consolas… Pero nosotros, con El Chavo del 8, somos la primer compañía mexicana en desarrollar un videojuego completo”.
Algunos de los desarrolladores inconformes (y leyendo los comentarios en eleconomista.com.mx) ponen como ejemplos del “error” dos videojuegos “mexicanos”, que por cierto, tampoco lo son. Es el caso de Lucha Libre AAA: Héroes del Ring, que se hizo entre Colombia y Argentina.
Otro es Atrévete a soñar para Wii, una producción de Slang y Televisa Home Entertainment, pero no lo es a 100%, pues la historia y personajes es una adaptación de un concepto argentino.
En México se desarrollan video­juegos desde finales de los 90 y en la actualidad existen más de 30 estudios que se dedican a ello.
Donde más desarrolladores existen es en los estados de Baja California Norte, Jalisco, ciudad de México y Nuevo León.
El de México es el mercado de videojuegos más importante de América Latina y alcanza un valor superior a los 750 millones de dólares.
En el país existen más de 300 puntos de venta especializados en videojuegos, como son Game Rush, Game Planet y Gamers.
Lo relevante de toda la polémica generada por El Chavo del 8 es que la industria de los videojuegos en México se encuentra en crecimiento, cada vez hay más talento y más empresas comienzan a producir contenido de alta calidad. Tal vez no sea importante decidir si El Chavo del 8 para Wii es el primer videojuego 100% mexicano o si ya existen otros que puedan presumir lo mismo… ¿O usted cree que sí?
EN NÚMEROS
Los videojuegos en México
3 millones de dólares es la inversión de El Chavo del 8 para Wii.
750 millones de dólares es el valor aproximado del mercado de los videojuegos en México.
150 millones de pesos es el fondo de Promedia.
30 estudios mexicanos producen videojuegos para distintas plataformas.
300 puntos de venta de video­juegos existen en el país. En Blockbuster, 40% de los ingresos proviene de los videojuegos, no de la renta y venta de películas.
vgutierrez@eleconomista.com.mx

domingo, 18 de septiembre de 2011

QR codes

QR code (abbreviated from Quick Response code) is a type of matrix barcode (or two-dimensional code) first designed for the automotive industry. More recently, the system has become popular outside of industry due to its fast readability and comparatively large storage capacity. The code consists of black modules arranged in a square pattern on a white background. The information encoded can be made up of any kind of data (e.g., binary, alphanumeric, or Kanji symbols)[1]
Malicious QR codes combined with a permissive reader can put a computer's contents and user's privacy at risk. QR codes intentionally obscure and compress their contents and intent to humans.[19]They are easily created and may be affixed over legitimate QR codes.[20] On a smartphone, the reader's many permissions may allow use of the camera, full internet access, read/write contact data,GPS, read browser history, read/write local storage, and global system changes.[21][22][23]
Risks include linking to dangerous websites with browser exploits, enabling the microphone/camera/GPS and then streaming those feeds to a remote server, exfiltrating senstive data (passwords, files, contacts, transactions),[24] and sending email/SMS/IM messages or DDOS packets as part of a botnet, corrupting privacy settings, stealing identity,[25] and even containing malicious logic themselves such as JavaScript[26] or a virus.[27][28] These actions may occur in the background while the user only sees the reader opening a harmless webpage. [29]